Encuéntrame.

Borrame toda. Borrame entera. Poco a poco o de golpe, no me interesa el como. Porque me harté de imposibles, de noches sin dormir, de recuerdos que vienen y no se van. Borra este dolor del pecho porque el corazón se me sale cada vez que te busco. Porque sino seguiré esperándote en el mismo sitio de siempre, hasta que la cabeza me diga basta y el corazón me abandone. Y tú sin saberlo, esperándome en el sitio de siempre pero en dirección contraria a mi vida. Y así nunca alcanzarnos para no hacernos más daño, y así nunca alcanzarnos para seguir haciéndonos daño. El sinsentido de la vida. ¿Cuando nos convertimos en dos líneas paralelas que nunca se encuentran? 

Esperar a que las cosas sean más fáciles.

"-Yo esperaría a que apareciese la persona adecuada... Y si esa persona ya ha aparecido... esperaría a que las cosas fueran un poco más fáciles.

-Ya, pero una no puede estar toda la vida esperando."

No me queda más vida para darte.

"Cogí el coche lo más deprisa que pude. 

"No me queda más vida para darte". Esa frase... Sonaba en mi cabeza a cada segundo. La llamaba una y otra vez. ¡Cógelo, joder!. Nada. Apagado. Había apagado el móvil. Ella que nunca lo apagaba. Ella que siempre esperaba mis llamadas.

No esperé el ascensor. Corrí por las escaleras y abrí la puerta de nuestra casa. Vacía. Las ventanas abiertas, mi mirada perdida, los marcos sin fotos. No quedaba nada. Nada de nosotros. Se había llevado todo. Las miradas, las sonrisas, los besos, su perfume, las historias que me contaba mientras estaba ocupado en mi trabajo. Se había llevado los momentos entre las sábanas. Me había dejado los muebles, el hastío, los reproches, los llantos, su soledad, las horas que no pasaba con ella, el lado de su cama vacío. Salí al portal a buscarla. Yo que tenía todo sin saberlo. ¿Dónde estás?"

"Cogí toda mi ropa. La metí en la maleta junto con mi vida. Quité todas las fotos de la casa y abrí todas las ventanas para que se fueran los recuerdos. Para siempre tiene un límite: "Para siempre que no cambie, para siempre que te quiera". No quería irme pero tampoco quedarme. Era absurdo aguantar las noches sola, sus platos fríos, su teléfono apagado, su trabajo. No iba a dejar de quererle, solo me conformaba con olvidarle a ratos e intentar ser feliz. Cogí el teléfono y lo llamé. Qué sorpresa, no contestaba, como cada vez que lo llamaba. Dejé un mensaje. "No me queda más vida para darte".Colgué. ¿No me queda más vida para darte? Es absurdo. Te daría toda mi vida. Lo que no me queda son más lágrimas para derramar. Más noches para estar sola. Eso es lo que no me queda. No tenía tiempo. Metí las maletas en el coche y me fuí. No sabía dónde. El móvil me sonaba. Fuí a cogerlo. Descuidé la carretera. Luz. Solo recuerdo luz. ¿Dónde estoy? ¿Dónde estás?" 

Dándome cuenta...

...de que las cosas tan importantes están en las cosas más sencillas...En los besos de un viernes por la tarde, de un sábado por la noche, de un domingo por la mañana...

Dándome cuenta de que ciertas tonterías nos hacen derramar lágrimas, mientras los grandes problemas de la vida son los que nos hacen más fuertes y los que nos enseñan quien está de nuestra parte.

Dándome cuenta de que encontrar sonrisas es tan fácil como estar un jueves por la tarde tomando capuchino de vainilla y chocolate con buena compañía. Tan simple como estar en un bordillo comiendo pipas y doritos que te dejan sin lengua. Igual que estar un sábado por la tarde con palomitas con chocolate, abrazos y una película mala. O tan fácil y tan bonito como que te suene el teléfono en un día malo y aparezca su nombre.

Encontrándome, sonriendo, sintiendo, aprendiendo, haciendo algo que de verdad me gusta a pesar de echar tanto de menos.

Será que conocer a tanta gente que lucha por un minuto más de su vida con una sonrisa me hace sentir tan pequeña que lo veo todo más grande.

Será verdad que la vida es tan bonita a veces, que merece la pena luchar por ser feliz.

BIENVENIDOS.

Bienvenidos al circo de la vida. Donde tendréis que pintaros la cara con una sonrisa, como un payaso; mucho cuidado con tropezar en la cuerda floja y vigilad que el tigre que domáis no se os eche encima. No quitaros la máscara en ningún momento. Especial atención a los magos, que no son de fiar. No juguéis con fuego y cuidado con los malabares. Recuerden que la función no debe ser parada bajo ninguna circunstancia. Aquí no existen imposibles. Actúen de forma que puedan llevar la cabeza alta y tropiecen lo menos posible. Disfruten del espectáculo. 

"Bienvenido a nuestro circo, a nuestro humilde teatro, donde hay actores con guiones y otros van improvisando. A este desfile de bohemios, a esta promoción de abrazos donde se recitan sueños mientras que se agota un vaso. Cada loco tiene un tema, un objetivo y un tequila. 
Aquí todos los asientos están en primera fila."

Tan monótona como la rutina misma.

Creo que en algún momento de la vida todo el mundo sabe lo que es acabar perdiendo la ilusión por algo.
Creo que se llama monotonía, que según el diccionario significa "falta de variedad". Pero, ¿cómo puede haber precisamente falta de variedad en la vida si existen entre 1,5 y 2 millones diferentes de especies?¿ Si existen 10.000 maneras distintas de dar un beso? ¿ Si existe mucho mundo por conocer?


Yo pienso que las personas son las monótonas, y no sus vidas, aunque ello conlleve una relación estrecha.
Somos las personas las que decidimos si estancarnos o no en algún momento de nuestra vida, somos las personas las que decidimos si seguimos creciendo o no, las que decidimos si resignarnos o arriesgarnos a vivir. Arriesgarse a vivir. ¿Qué tenemos que perder? 

ÁRBOLES

- ¿No te preocupa el futuro?

- No. Yo tengo una táctica para triunfar.

-¿Cuál?

- Yo me arrimo al árbol que más sombra me da.

- No deberías estar debajo de un árbol eternamente.

-¿Por qué no?

- Olvidas que la sombra de un árbol siempre depende de la posición del Sol. 

- ¿Y?

- En la vida no vas a tener muchos árboles cerca tuya para esconderte.